21 de marzo de 2018
Educación e innovaciones tecnológicas
Como parte de su narración sobre el pasado de nuestro futuro, de adentrarnos en el Palefuturo, Matt Novack recuerda que la idea según la cual la tecnología revolucionará la tecnología tiene una larga historia. Nos habla de al menos 15 tecnologías que fueron objeto de esta promesa, siempre incumplida y que, a pesar de ello, vuelve a formularse con entusiasmo bajo la forma de promesa digital.
El determinismo tecnológico, junto con la importancia central que se le otorga a la educación a nivel mundial – todavía más intensa en América Latina–, el tamaño del mercado, los elevados gastos públicos, entre otros aspectos, permiten entender que la industria de las tecnologías educativas se convirtiera en uno de los ámbitos clave para los inversores a nivel mundial.
Un valioso contrapunto frente a este tipo de abordajes es el trabajo del brasileño Paulo Freire, considerado como un pionero en el ámbito de la educación popular y la pedagogía crítica. Otra perspectiva crítica fundamental, con hondas raíces latinoamericanas, es la que aporta el austriaco Ivan Illich, con su crítica a las instituciones y de la desescolarización de la sociedad, entre otras cosas. Richard Kahn y Douglas Kellner retoman los planteamientos de estos dos pensadores en el marco de una pedagogía crítica de la tecnología educativa.
Por su parte, Rocío Rueda aborda el tema de la escuela y de las transformaciones contemporáneas procurando desarticular la discusión bipolar, entre “apocalípticos” o “integrados”, buscando también que otros saberes tengan cabida. Rueda, junto con Ana Brizet Ramírez Cabanzo y Germán Ulises Bula, también ha sido editora del libro Cibercultura, capitalismo cognitivo y educación. Conversaciones y re (di) sonancias. Para un acercamiento entre la pedagogía y la diversidad de saberes resultan claves los dos tomos, editados por Catherine Walsh, de Pedagogías decoloniales. Prácticas insurgentes de resistir, (re) existir y (re) vivir.