Ciencias Sociales y Humanas

31 de octubre de 2018

La relación Desarrollo, Espacio y Capital, en la consulta previa, en los Pueblos Murui-Muina y Kichwa del municipio de Leguízamo, Putumayo

OBJETIVO GENERAL

Identificar los procedimientos llevados a cabo en las comunidades de los pueblos Murui Muina y Kichwa, que han sido objeto de consulta previa, en el municipio de Leguízamo, así como los acuerdos obtenidos.

Por: Lucy Narvaez Remuy

La relación Desarrollo, Espacio y Capital, en la consulta previa, en los Pueblos Murui-Muina y Kichwa del municipio de Leguízamo, Putumayo

Abordar la Consulta Previa en el marco de las relaciones entre espacio desarrollo y capital, lleva a tener una mirada centrada en la ecología política, principalmente por las externalidades de proyectos que producen impactos ambientales y sociales, que dan como resultado tensiones en la producción del espacio y en su relación con el manejo del territorio, donde se confrontan el modelo de desarrollo indígena y el modelo extractivista neoliberal.

Colombia es uno de los países con más biodiversidad en el mundo y alberga a más del 10% de las especies de plantas y animales del planeta. Pero hoy día, el 40% del territorio colombiano está concesionado o solicitado por empresas multinacionales con el objetivo de estimular el desarrollo del sector minero como eje central del desarrollo del país. El Gobierno ha promovido cambios normativos que han abierto camino para la intensificación de la explotación minera, ya que declaró la minera, ya que declaró la minería como una “actividad de utilidad pública y de interés social”, lo que permite la expropiación unilateral de bienes. También declaró la lucha contra la minería “ilegal” y concedió títulos mineros en zonas protegidas como Páramos, Resguardos Indígenas y territorios colectivos de Afrodescendientes (PBI Colombia 2011).

El afán de encontrar nuevas fuentes energéticas para satisfacer la demanda mundial, ha generado que las diferentes empresas dedicadas a la explotación de recursos naturales, busquen acceder a los diversos ecosistemas vitales para el mantenimiento de la vida, como lo son los territorios de los Pueblos Indígenas. La generación de conflictos por el discurso y las prácticas del modelo de desarrollo frente a la garantía y el ejercicio del derecho fundamental al territorio de los pueblos indígenas en Colombia, en particular en lo relacionado con el derecho a la consulta previa, parte de la relación sostenida por los pueblos indígenas con sus territorios desde sus cosmovisiones, sus leyes de origen y lo que ello representa en cuanto a su estructura sociocultural, su concepción integral del territorio como un todo indivisible, frente a las intervenciones que, sustentadas en la teoría económica del neoliberalismo legitima el expolio de los territorios y los recursos por parte de los Estados Nacionales y las transnacionales. 

“El territorio que actualmente hace parte del departamento del Putumayo ha sido sometido de manera constante a un proceso de expoliación de sus recursos naturales, a partir de intereses externos a la región en la mayoría de casos. Desde el periodo colonial y posteriormente en el periodo republicano diversos recursos han sido extraídos sin brindar mayor bienestar ni posibilidades a los actores sociales locales y dejando una huella ecológica difícil de reparar. El caso reciente del petróleo sigue las dinámicas propias del extractivismo, pero desde un periodo muy cercano, con la mayor injerencia del Estado en la región, parecería que la obtención del hidrocarburo podría constituirse en un elemento positivo capaz de generar nuevas posibilidades productivas y generar nuevas opciones de desarrollo regional” (Ángulo, 2010).

El petróleo de la Amazonia adquirió importancia por el descubrimiento en la década de 1960 de los yacimientos en Orito, Putumayo. Esta región con presencia ancestral de comunidades de muchos pueblos indígenas, no sería la misma a partir de la explotación de hidrocarburos; allí, la Texas Petroleum Company, hizo presencia fundando pueblos como Orito, La Hormiga y El Tigre y transformando pequeños caseríos en pueblos importantes, como Villagarzón, Puerto Caicedo y Puerto Asís, favoreciendo la penetración de la colonización a través de más de 200 km. de carreteras y por el corredor de 310 km. del oleoducto transandino, que unió a Orito con Tumaco (Avellaneda,1998).

Estos proyectos de explotación de hidrocarburos se han extendido por la gran mayoría de los municipios del departamento del Putumayo, por medio de las empresas que se han asentado en el departamento tales como: Gran Tierra Energy Inc, Colombia Energy, Amerisur Exploración y Ecopetrol, las dos últimas en el municipio de Leguízamo. Cuatro son los pueblos Indígenas que se verían afectados por el proyecto petrolero:“Sísmico 2D dentro del Bloque Put-12”. Los Sionas, los Muruis, los Kichwas y una comunidad negra que habitan sobre las orillas del río Putumayo, se encontraría en riesgo de que sus aguas sean contaminadas por los desechos tóxicos que arroja la empresa, como se ha experimentado en otras zonas cercanas donde la petrolera ya inició sus actividades.

Municipios del departamento de Putumayo. Tomado  de https://tierracolombiana.org/municipios-de-putumayo

En un mundo de relaciones sociales crecientemente desterritorializadas, una comunidad indígena parece anacrónica, con su sesgo hiperterritorial y su anclaje privilegiado en una tierra y unos recursos naturales históricos”. (Boaventura de Sousa Santos)

La comunidad Monaide Jitoma del pueblo Murui, perteneciente a la organización ACILAPP de Leguízamo, hizo legítimo su derecho fundamental a la consulta previa para dar su negativa al proyecto de exploración y explotación petrolera en 9 pozos de la multinacional Amerisur Exploración Colombia Ltda. Este proceso no fue nada fácil, la consulta previa con este pueblo se convirtió en un escenario de confrontación con el Estado, los empresarios e inversionistas y las transnacionales, para quienes la consulta previa representa un exceso de poder que pretende ser frenado o disminuido, limitando los derechos de los pueblos a la Consulta Previa. Para el Estado es una amenaza para “el interés general” de la Nación, en la medida en que este derecho abre espacios de participación a las comunidades étnicas, que obstaculizan el modelo de desarrollo neoliberal implantado en general en toda Latinoamérica.

Concepción Remuy Autoridad Tradicional comunidad Monaide Jitoma

Se revisaron fuentes secundarias sobre consulta previa en territorios indígenas del país hasta llegar a la consulta previa que en el resguardo Kichwa de Calarcá. Durante el año 2009, se adelantó la prospección sísmica Agérato 2 DEmerald Energy que tuvo incidencia en el 40 % del territorio Kichwa del resguardo de Calarcá. De este evento quedaron para la comunidad, en forma de contraprestación, una planta eléctrica, una motobomba, la adecuación del restaurante escolar y la escuela, la construcción de cinco viviendas para adulto mayor, la reparación del equipo de río y un proyecto productivo ganadero de 84 reses (Plan salvaguarda del pueblo Kichwa, 2010).

SI USTED QUIERE ACABAR CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS, NO LOS MATE, PONGALES UN PROYECTO QUE ELLOS SE MATAN SOLITOS Y SE ACABAN

(DOMITILA REMUY AUTORIDAD MURUI, 2000)

El proceso de consulta previa con la comunidad de Calarcá se protocolizó en julio de este año; el resguardo decidió que se explotará su territorio generando que la comunidad se fragmentara en dos posiciones contrarias. Por un lado, los miembros que no estaban de acuerdo con que se lleve este tipo de proyectos porque dañan la esencia de la vida, que es la madre tierra, además que traería consecuencias irreparables, así como enfermedades físicas y espirituales. Los que aceptaban este tipo de proyectos, se sustentan en que traerán desarrollo, empleo y mejor calidad de vida, que compensará el daño a la madre tierra.

Reunión consulta previa resguardo Kichwa de Calarcá, Leguízamo, Putumayo

A pesar de esta tendencia, existen voces disidentes que cuestionan la justificación de la construcción de los megaproyectos y denuncian los daños causados a la relación que tienen las comunidades rurales, particularmente los grupos étnicos, con los territorios que habitan, generando deterioro cultural, expresado como pérdida o desestructuración de las relaciones de las estructuras sociales propias de un pueblo o cultura indígena, así como desplazamientos y afectaciones importantes y graves en el medio natural tales como contaminación y afectación a la biodiversidad.

En efecto, mientras se adoptan disposiciones legales a todos los niveles, las cuales partían del reconocimiento y del respeto por visiones diferentes del mundo, se imponía un programa económico neoliberal que daría al traste con el respeto a muchos derechos derivados de la diferencia, en particular el derecho al territorio y a la consulta previa.