7 de mayo de 2021
“La luz no se extingue”
Manifiesto de esperanza
Texto escrito por Laura Camila Hurtado, estudiante del programa de filosofía
Imagen de: Catalina Durán
No podemos negar la gran importancia que tiene el papel de la academia en la construcción de sociedad, mucho menos podemos negar la valentía y el privilegio de pensar en un país como el nuestro. Sin embargo, una de las cosas que nos convoca hoy es, precisamente, replantear las formas en las que creamos espacios académicos. Hoy el llamado a quienes hacemos y damos vida a la academia colombiana es a pensar en que estos espacios deben ir más allá de un ejercicio magistral, que, aunque necesario, muchas veces es limitado y carente para el acontecer social, político y cultural de nuestro país.
No es tarea sencilla pronunciar los sentimientos que afloran y menos en tiempos tan angustiantes y llenos de incertidumbre, pero hoy, quiero invitarlas e invitarlos a apalabrar aquellas cosas que convergen en ustedes, suscitadas o no por lo acontecido en el país días atrás, meses atrás e incluso años atrás. Porque aunque algunos y algunas de ustedes no vean tan claro su papel como juventud colombiana, les recuerdo, a pesar de que se hacen nudos en la garganta, que somos y seguiremos siendo fuente y semillas de esperanza, porque como jóvenes capaces, resilientes y valientes tenemos la fuerza de llevar nuestro país por un mejor camino, un camino en el que se de paso al sentir, en donde se reconozca lo diverso y lo múltiple, un país en el que se construya la paz, pero una paz construida desde y para los otros, paz que tanto hemos anhelado, un país que se haga escuchar, que no invalide lo disidente sino que con ello dialogue, un país garante de derechos y espacios de construcción sanos, abiertos y tolerantes para todas, todos y todes.
Que lo aprendido en las aulas, por ahora virtuales, podamos llevarlo a las calles, aquellos y aquellas que salen, pero que esas calles siempre abiertas al diálogo no sean solamente las que están pavimentadas (las que lo alcanzan a estar) sino que empiecen a gestarse en sus cotidianidades comunes, familiares, amigales e individuales. Que esas calles que caminan sean en la medida de lo posible lugares en los que los otros y las otras puedan sentirse seguros y seguras. Que de esta coyuntura que nos atraviesa de múltiples formas florezcan vínculos y redes comunitarias de apoyo cada vez más grandes, empáticas, cuidadoras, reivindicativas y amorosas.
Es importante que ustedes como estudiantes de primer semestre, vean en esto una oportunidad para pensar cómo sus disciplinas y sus roles como agentes políticos toman sentido. Muchas y muchos que han pasado por esta casa de estudios y por esta facultad revestida de luceros, salen de acá sin saber qué hacer, sin saber cómo aplicar y aterrizar sus saberes a un mundo social tan necesitado como el nuestro, por eso, quiero invitarles a que vean en este movimiento social, en esto que emerge hoy fruto de un sentir popular, un lugar en el que puedan reconocerse, no solo como ciudadanos y ciudadanas sino como futuras y futuros científicos sociales. Les invito a ser sujetos y sujetas que reconozcan los lugares desde donde se están enunciado, Colombia, un país problemático, en el que es difícil sobrevivir, merece menos indiferencia, menos injusticia, menos desigualdad, menos guerra, merece más trabajo conjunto y continuo, pero ese no se construye con una academia hermética, sino desde una academia que se haga partícipe y que se apropie de lo que acontece, y que claramente intente velar, desde la diferencia, por construir unos intereses compartidos y organizados.
Ustedes que empiezan su proceso, de construcción y de deconstrucción mantengan, vivos esos sentires, porque finalmente es lo que sentimos lo que nos mueve y dirige nuestro accionar y serán ustedes, junto con muchos que vamos ahí, incluyendo docentes, monitores, monitoras y administrativos quienes marcaremos el rumbo de nuestras facultades y por supuesto el futuro acontecer de la academia que hoy cuestionamos.
“Post tenebras spero lucem”
“Post tenebras, spero Lucero”