Ciencias Sociales y Humanas

26 de abril de 2018

Conceptos

Las siguientes definiciones que pretenden servir de base a la discusión de la línea de investigación, Extractivismo, Ecología y Geopolítica, son un punto de partida para posteriores complejizaciones y discusiones de estos términos, así como de los trabajos que se servirán y dialogarán con ellos. Ellos son el resultado de análisis de diferentes lecturas.

 

EXTRACTIVISMO

Este concepto ha sido abordado desde variedad de nociones y perspectivas debido a diferentes actividades de extracción, y diversos enfoques conceptuales. En este caso, nos centraremos en aquellas actividades de obtención de ciertos recursos de la naturaleza que constan, hoy por hoy, de un considerable grado de valor económico, como lo son las materias primas extraídas a partir de la explotación minera y petrolera. Así mismo, es importante señalar que lo anterior se asocia normalmente con materias primas de otras actividades económicas.

De esta manera, el extractivismo se fundamenta en tres características principales, la existencia de alto volumen del recurso, carencia o bajo procesamiento del mismo y su destino encaminado hacia la exportación. Sin embargo, este proceso incluye otras variables como el agua consumida, la energía empleada, los explosivos, las sustancias tóxicas usadas (entre otras) que a su vez desencadenan efectos que impactan el medio ambiente, por consiguiente, el análisis del extractivismo no es simple, y se pretenderá realizar el mismo desde una lógica compleja que integre planteamientos de diversas ciencias, con un énfasis en lo social.

 

ECOLOGÍA

La ecología es una rama de la biología, y debido a que posee diferentes enfoques es necesario especificar desde cuál se abordará en esta ocasión. En efecto, se estudiará desde una noción surgida a mediados del siglo XX donde la ecología se encontrará ligada al movimiento social, es decir que ésta ya no será comprendida como un conocimiento meramente biológico, sino que el análisis de la relación entre organismo y medio ambiente tendrá un objetivo diferente: intentar crear conciencia sobre los problemas ambientales. Con ello, también se hace fundamental aclarar que existe una diferencia entre ecólogo y ecologista, pues el segundo se originará debido a la noción ya mencionada. En este sentido, la problemática ambiental no es solo un asunto técnico, sino que en ella confluyen diversas perspectivas; políticas, económicas, sociales, entre otras.

Así mismo, la ecología como movimiento social constará de tres niveles, todos correlacionados entre sí. En un primer nivel la mirada será antropocéntrica, los problemas ambientales serán expuestos desde los impactos negativos generados en una población, que abarcarán desde la baja calidad de vida hasta accidentes de mayor escala que pueden perjudicar la salud de los mismos. El segundo nivel hace más énfasis en los deterioros identificados en el territorio, como la deforestación con la sobreexplotación de un recurso; la ardificación cuando existe reducción de recursos acuíferos por actividades productivas industriales; la degradación del suelo, entre otros. Finalmente, el tercer nivel estará enlazado a la conservación de las especies debido a los peligros de extinción.

 

GEOPOLÍTICA

Cuando nos referimos a geopolítica debemos tener en cuenta que estamos ante un término que ha sido definido en distintos contextos, con particularidades temporales y geográficas, por consiguiente, el surgimiento del mismo a finales del siglo XIX y principios del XX hizo que su uso estuviera presente en algunos fundamentos políticos empleados en las guerras mundiales, conllevando a la estigmatización del término. Por tanto, es necesario precisar que, la geopolítica a la que nos referiremos en estos estudios hace más referencia a aquella noción surgida terminada la Guerra Fría, la cual acompaña los procesos de globalización y los efectos desencadenados por este último.

La geopolítica ha tomado gran importancia en el plano de vida de las naciones, centrándose en el estudio de ciertos fenómenos geográficos (enlazados con otros factores) que empiezan a ocupar un lugar fundamental en los planteamientos de los estados, debido a su posicionamiento como coyunturas claves para el escenario de la política internacional, como la apropiación de recursos desde un lugar a otro.  Sin embargo, la geopolítica de hoy día no solo se sirve de sus ciencias madres (como inicialmente lo indica su nombre) sino que también recurre a las ciencias económicas, a la sociología, historia, filosofía y geología económica, entre otras.

De esta manera, la geopolítica estudia las relaciones entre hombre-territorio, analizando el creciente interés por conocer el segundo (en la mayoría de los casos) para su posterior explotación. Con ello el Estado pretenderá identificar en su suelo los recursos naturales con valoraciones económicas, pero es en este punto donde las ciencias sociales contribuyen a un análisis más complejo, haciendo explícitos los efectos de esta  relación hombre-territorio a partir de un estudio basado en experiencias del pasado, conformaciones históricas, intereses por las condiciones de vida de los habitantes, por el medio ambiente, y también por la conservación de la cultura en cuanto al patrimonio encontrado en determinados territorios.

 

CULTURA Y PATRIMONIO: MATERIAL E INMATERIAL

Los procesos industriales acontecidos desde siglo XVIII han traído consigo la conformación de una cultura material e inmaterial alrededor de sus procesos. Existen dos formas en las cuales se expresa el patrimonio cultural; en lo material entendido como lo tangible (estructuras, monumentos, objetos…) y en lo inmaterial, como aquello intangible (conocimientos, tradiciones, entre otros). No obstante, estas categorías cobran un nuevo sentido con el auge de la minería, la metalurgia y la textilería, tomados como ejemplos de los modos de producción que acompañaron la consolidación del sistema capitalista.

Desde una perspectiva de la cultura inmaterial la minería trajo consigo nuevas relaciones sociales entre los individuos, conformando así otras experiencias comunes, ciertos conocimientos enlazados a sus trabajos derivados, y diferentes creencias y sentimientos en línea a esta actividad económica. Es un cambio en la estructura social, en la cosmovisión sobre su mundo, de esta manera la incorporación de lo industrial no trae consigo solo una transformación en lo territorios, sino que a su vez se erige una conciencia colectiva, expresada en nuevas formas de identidad transformando la cultura existente. Lo anterior debe estudiarse comprendiendo que la relación entre el hombre y la tierra tiene una característica dinámica.

Por otro lado, surge una cultura material enlazada a lo que se denomina patrimonio industrial. Su objeto de estudio se centra en las minas, fabricas, arquitectura industrial, entre otros procesos surgidos con la industrialización, los cuales a su vez van quedando en el pasado a medida que se dan modernizaciones tecnológicas. En este punto surge el interés por conservar los mismos, sirviendo, así como actividad que realza la memoria de los territorios que una vez fueron afectados por ello, es una forma de comprender que las actividades humanas cambian con el tiempo, que tienen siempre efectos colaterales y que en estas expresiones del ser humano se encuentran valores simbólicos, culturales, históricos y artísticos.

 

TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Para comprender esta noción es necesario especificar que las formas generadoras de energía no son unánimes en todas las épocas y que la transición de un material de uso energético a otro no implica un cambio simple, debido a que este proceso origina transformaciones en la configuración de un determinado territorio, lo cual incide también en su población.

Previo al uso masivo del carbón en el siglo XVIII, los países empleaban la leña para la generación de calor en los hogares, pero cuando este combustible fósil es identificado, las dinámicas de la sociedad europea se modifican enormemente, asociadas a nuevos inventos como la máquina de vapor que produce trabajo a base de carbón. No obstante, estas innovaciones llegan tardías a nuestro territorio colombiano, tanto así que hacia el siglo XIX aún hacíamos uso de la leña como fuente principal de energía.

Ahora bien, esta noción es importante puesto que hoy día variedad de países están sujetos a la concepción de que el desarrollo económico y social está enlazado con la obtención de las fuentes energéticas, conllevando a la conformación de disputas por el control de las mismas. En el panorama global de nuestro siglo se identifica el creciente interés por los combustibles fósiles: carbón, gas y petróleo, determinando los planes políticos de los países. Así mismo, la creciente preocupación por el medio ambiente ha hecho que algunos autores, en su búsqueda por otra transición energética, planteen nuevas formas de obtener energía desde el ámbito renovable.

 

BIBLIOGRAFÍA

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Elaborado por Laura Stefanía Varela