Naturalismo social, emancipación económica frente a los medios de subsistencia.

Por Santiago Escobar Camacho (reflexión en torno a la salida de campo a Cogua, Cundinamarca)

La salida de campo nos evidenció que existe dos dinámicas cruciales que se están dando en Cogua-Neusa. Las dinámicas que se presentan son por un lado la concepción del desarrollo de una ladrillera; por el otro una percepción de desarrollo autosostenible que da el resguardo.

Dentro de la información brindada por ambas entidades, nos dan una noción de como se está dando la realidad en ese sector, pues, los datos proporcionados que nos dio la ladrillera nos indica que gracias a esa empresa; alrededor de cinco mil personas tienen trabajo.

En su oposición, el resguardo nos menciona que en ese sector existe una gran cantidad de tierras, que no tiene una buena gestión productiva; dada por una mala administración o bien, por una idealización de adquisición económica.

            Lo anterior nos indica como se está dando la dinámica y como esto influye en la concepción de los habitantes.

Inicialmente el problema central de toda esta coyuntura, recae en la afectación ambiental, pues, vemos como hay una explotación natural; por el lado de la ladrillera, nos justifica que su explotación de tierras es ambientalmente viable, pues, no contamina demasiado, y el gasto de agua es bajo, además que tiene un “proyecto” donde por cada terreno que haya explotado y ya no esté dando “producto adquisitivo”, es decir, cuando ya no tenga como explotar mas el terreno y por tanto no le pueda sacar más ganancia; lo llena de tierra negra; esto con la idea de “ayudar” al medio ambiente, cabe mencionar que este proyecto también es un pretexto para poder explotar más el terreno.

En su contra parte, el resguardo también menciona una forma de explotación de la tierra, pero es un poco más “viable”, pues nos dicen que por cada fanegada de tierra que se tenga, se debería dividir por espacios relativamente pequeños, y así poder tener una forma de sustento mayormente prolongada, explotando esa parte de la tierra.

Reflexión.

En lo personal, siento que hay unas tensiones en las dinámicas sociales, que se deben estar dando, siendo por un lado quienes defienden la ladrillera por factores de empleabilidad y quienes defienden el nuevo proceso como forma de un nuevo sustento. 

Dentro de la perspectiva del capital, tiene sentido, pues esa dinámica solo fomenta una brecha entre los que tienen dinero y el que no tienen, siendo así un factor decisivo como perspectiva de conflicto, es decir, como una naturalidad de desigualdad y explotación, pues en estos términos quienes se puedan adaptar son quienes “progresan”; el problema es que esta adaptabilidad viene estructuralmente con una idea de progreso y desarrollo, generando así una idea de fortaleza de lo que nos vende el capitalismo. 

Dentro de las reflexiones que se pudieron hacer en el resguardo sobre la tierra. La tierra es en su arar o en su manipulación una representación del conocimiento ancestral, es una filosofía y es un arte; es por tanto una fase de reflexión. Teniendo eso en cuanta, se podría decir que reconocer que existe esta forma de episteme y de téchne nos daría la nueva perspectiva emancipadora de esa regulación del mercado, o bien de esos sesgos de progreso.

Por tanto, mi producción no recae en una explotación por parte del capital, sino que se utiliza como fomento de independencia en su existencia. Existiría por tanto una apropiación de los medios de subsistencia o dicho de otra forma, direccionó las necesidades de existencia a medios de producción autóctonos; esto conlleva no solo una formación de emancipación por necesidad de existencia, sino que al no ser subyugado por las relaciones de poder que ejerce el mercado, hace que pueda rescatar epistemologías ancestrales y por tanto nuevas visiones.