16 de junio de 2020
El 50% de los adultos mayores en Colombia tienen alto riesgo de contagio de COVID-19 al interior de sus viviendas
Estudio del Centro de Estudios Demográficos de la Universitat Autònoma de Barcelona, publicado en la Revista Perspectives Demogràfiques , en el que participó la docente de la Maestría en Planeación Territorial y Dinámicas de Población del Externado Diva Marcela García, cuantifica la exposición de los mayores a la covid-19 al interior de sus propias viviendas, debido a la posible dificultad para el aislamiento, aun en confinamiento. Lo anterior, comparando los casos de Argentina, España y Colombia.
El porcentaje de población mayor con alta exposición al contagio al interior de la vivienda en Colombia resultó mucho más alto que en Argentina y en España, donde fue de 35% y 19% respectivamente. Se concluyó en el extremo opuesto, que sólo el 21% de los mayores colombianos tendrían un riesgo residencial muy bajo, siendo del 42% en Argentina y del 62% en España.
Para llegar a dicha conclusión se analizaron las formas de corresidencia de los mayores, sus condiciones residenciales y las características del empleo propias, y de las personas con las que comparten la vivienda. Para ello se utilizaron los datos de encuestas sociodemográficas comparables realizadas en los países analizados. En el caso de Colombia se utilizó la Gran Encuesta Integrada de Hogares de 2019. El universo comprendió a las personas de 65 y más años en el momento de las encuestas, que viven en hogares particulares.
De acuerdo con el estudio, se considera que el riesgo de contraer el virus dentro de la propia vivienda es mínimo para los adultos mayores que viven solos o con su pareja, sin la presencia de otros familiares, y en una casa lo suficientemente espaciosa y con servicio de agua potable, en la que nadie trabaja. En cambio, el riesgo es máximo cuando los mayores viven con otras personas, en condiciones de hacinamiento o sin agua, y cuando ellos mismos o sus convivientes trabajan con escasas o nulas posibilidades de teletrabajar.
De esa forma la investigación concluyó que Colombia tiene los riesgos residenciales más altos entre los tres países pues el 67 % de los mayores comparte su vivienda con alguien distinto a su pareja; sólo el 38 % reside en hogares donde nadie trabaja, el 52 % comparte su vivienda con alguien que muy probablemente debe salir a trabajar; y 15 % está en viviendas con hacinamiento o sin servicio de agua.
En Argentina, en cambio, los riesgos residenciales son intermedios, pues 43 % de los mayores comparte su vivienda con hijos u otras personas que no son su pareja; solo el 54 % vive en un hogar donde nadie trabaja; el 35 % convive con alguien que es muy probable que se vea obligado a salir de la vivienda para trabajar; y 5 % sufre de hacinamiento, no tiene agua corriente en la vivienda. En España, los riesgos residenciales fueron más favorables: 75 % de los mayores residen en hogares donde nadie trabaja; 80% donde es poco probable que alguien tenga que ir a trabajar fuera de la vivienda; y casi no hay hacinamiento.
En América Latina, cualquier medida de protección de los mayores debe anticipar que aislarlos completamente de personas de menos riesgo, pero mayor exposición, es poco realista, y conduce a la necesidad de establecer medidas complementarias, y de protección al interior de la vivienda. La dificultad del aislamiento se debe, fundamentalmente, a que los mayores residen habitualmente junto al resto de la familia en la casa familiar, con la consecuente exposición al virus que eso supone, por medio del contacto con el resto de los convivientes, muchos de ellos jóvenes en edad de trabajar. Además, la débil protección social y desigualdad social, implica que con frecuencia las muchas personas mayores deban salir a trabajar.