29 de octubre de 2019
[Libro] Historia oral: Testigos del intercambio cultural entre China y América Latina
Una reseña por Luis Cantillo, Universidad Externado / Universidad de Sichuan
Hace poco en la ciudad de Xuzhou participé en el foro “China-Latinoamérica: encuentro entre civilizaciones” (21 al 22 de septiembre, 2019), donde representantes del gobierno, académicos y expertos de ambas orillas del Pacífico compartimos experiencias, investigaciones y oportunidades. Por parte de Colombia participó el embajador Luis Diego Monsalve, quien habló acerca de la historia de las relaciones entre China y Colombia como preámbulo a la celebración el próximo año de los cuarenta años del establecimiento de relaciones diplomáticas. Por mi parte, hablé acerca de la historia de la comunidad china en el Pacífico colombiano, en especial del trabajo editorial que realicé para la revista Amigos de China No. 16 donde logramos reunir voces de familiares y amigos de descendientes de la colonia china de Buenaventura y así conocer más de cerca esta historia multicultural de nuestro país. En Xuzhou también tuvo lugar el lanzamiento del libro “Historia oral: Testigos del intercambio cultural entre China y América Latina” editado por el académico Guo Cunhai y publicado por la editorial Blossom Press con el apoyo de la Comunidad de Estudios China-Latino América (CECLA). Para este libro también fui invitado a colaborar y a continuación comparto con el lector algunas reflexiones.
El editor Guo Cunhai es miembro de la Academia de Ciencias Sociales de China y co-fundador de CECLA. En su discurso de introducción él señaló la importancia de rescatar esta historia de los intercambios culturales entre ambas regiones. Según Guo, este intercambio no ha recibido la atención suficiente si se le compara con las relaciones económicas o políticas. El libro ofrece entrevistas “que dan cuenta de cómo se afianzaron estas relaciones culturales y de amistad durante las primeras décadas de la nueva China”. La publicación consta de quince entrevistas, la mitad de ellas con personajes de China y la otra mitad de Latinoamérica.
Este libro es una publicación conmovedora porque reúne historias de vida de personas que son, unos, latinoamericanos, y los otros, sinólogos, que cuentan con diversas formaciones profesionales. Los primeros son académicos chinos que han dedicado su vida al estudio de las culturas latinoamericanas, en muchos casos no por voluntad propia sino en cumplimiento de las necesidades de China. Los segundos son personas que también han dedicado su vida al estudio y divulgación de la cultura de China o han trabajado allí, pero que, sobre todo, le apostaron a China cuando apenas era un país tercermundista.
Entre los latinoamericanistas se encuentran en el referido libro: el profesor y traductor Zhao Deming, quien estudió en Chile con el lingüista Ambrosio Rabanales y conoció a Salvador Allende y ha sido el principal traductor de Mario Vargas Llosa al chino; también está el historiador de arte Xiao Sheng, quien siendo muy joven aprendió español y habla con acento madrileño. En los años ochenta del sigo pasado estudió en Paris con un beca del estado y allí decidió enfocarse en el estudio del arte latinoamericano. Xiao Sheng fue el primero en divulgar en China las obras de maestros como: Rufino Tamayo, Fernando Botero y Armando Morales; y está allí, finalmente, el profesor Zheng Shujiu, quien fue el segundo chino en obtener un doctorado de la Universidad Javeriana de Bogotá con una tesis sobre Juan Rulfo y que ha dedicado su vida a la enseñanza e investigación de la literatura latinoamericana.
Por el lado de lo sinólogos se encuentran: la especialista en medicina tradicional china Paz Venturelli, hija del muralista chileno José Venturelli y Delia Baraona, que fue la primera profesora extranjera de español en China. En la entrevista Paz habla sobre todo de su padre José Venturelli o “Lao Wan” (viejo Venturelli) como ella lo llama, probablemente el artista latinoamericano que más ha expuesto en China y fue clave para que Salvador Allende estableciera relaciones diplomáticas con China, siendo Chile el primer país en Suramérica en hacerlo. En 1952 Venturelli llegó a Beijing a participar en la Conferencia de Paz de los Pueblos de Asia y el Pacífico, y desde entonces fue y volvió a lo largo de su vida hasta fallecer en Beijing en 1988. La entrevista contiene numerosas anécdotas de Venturelli con Zhou Enlai, Pablo Neruda y Che Guevara, entre otros que fueron amigos suyos. De este último comparto este extracto de la entrevista que le hace el artista y gestor cultural Zheng Shengtian, donde Paz le cuenta que: “Se conocieron en Chile. Guevara de joven recorrió toda América Latina para conocer sus diversos países y pasó por Chile. En Cuba, debido al trabajo, muy a menudo el Che venía a casa a hablar con mi padre. Él sufría de asma y mi padre también… En casa, los dos se sentaban a aspirar juntos sus medicamentos. Una vez terminado el medicamento, Guevara sacaba una caja de cigarros largos, le ofrecía uno a mi padre y se ponían a fumar. ¡Acababan de aspirar medicina y ahora estaban fumando puros!”
Hay dos colombianos que figuran en el libro: Héctor Mora y Enrique Posada. Acerca del primero, la académica Lou Yu entrevistó a Andrés Mora, hijo de Héctor y que vive en Beijing con su familia. En la entrevista Andrés cuenta que su padre visitó China en repetidas ocasiones entre 1979 y 2015. Durante estas cuatro décadas Héctor Mora realizó más de cincuenta documentales sobre China. Andrés comparte fragmentos del diario de su padre, como esta nota escrita al aterrizar por primera vez en la capital: “Llegar a Beijing era hacer escala en otro planeta, en un aeropuerto pequeño, frío, con viento y luces escasas. El personal era militar, rígido, no sonreía y casi nadie hablaba inglés, en un tiempo donde sólo llegaban vuelos semanales de cuatro o cinco líneas aéreas.” ¡Qué contraste con el Beijing de hoy con sus dos mega-aeropuertos uno diseñado por Norman Foster y el otro por Zaha Hadid! Para quienes crecimos viendo el programa “Mundo al vuelo” de Héctor Mora, gracias a él pudimos conocer cómo era el país de la Gran Muralla y enterarnos de los cambios que acontecían a raíz de las reformas económicas.
Por último está la entrevista al escritor Enrique Posada, quien al ser el director del Observatorio Asia-Pacifico de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, no es una persona extraña a los lectores colombianos y apartes de su entrevista -que realizamos con el historiador Luis Horacio López Domínguez- se puede leer en Internet en la revista Amigos de China del año pasado.
En resumen, este libro hace parte del “soft power” de China de afianzar la amistad y las relaciones con Latinoamérica. Es un documento que busca crear y dejar memoria de esta historia compartida, o como dijo Paz Venturelli “Esto no sólo es historia latinoamericana sino también historia china.” Los chilenos serán los primeros en poder leer la edición en español que se lanzará en noviembre de este año durante la cumbre de APEC.